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del sir
o Harvard.
Quienes nos hacen un hardware
para tenernos en su software.

No cuesta nada
pero vale mucho..
Y la gente y yo amañada
con que nos saquen provecho.

Medir quieren
a nuestras elecciones,
incluso ahora pretenden
que comentemos situaciones.

¿Qué estás pensando?
nos pregunta Facebook o Twitter
En el Instagram nos están mirando,
y en el bolsillo metidos desde el bíper.

Todo a un click...
Slogan de nuestra era.
Algo "chic",
en todas sus maneras.

Solamente toque
y se mostraran muchas posibilidades de repente.
Desde hace mucho es bucle,
y todavía creemos eso como algo sorprendente.

Entre más click se presione
más en sus redes nos tienen.
Con bases de datos miden acciones
y luego las manipulan con HTML

A eso hay que temerle.
En vez de meterle y meterle.
Es peor que la tele o la radio.
Hace que extraños se enteren
de lo que hacemos a diario.

Pre-definen pre-ferencias.
Cada vez menos experiencia real,
Y más influencia
desde algún viral.

Se ha demostrado con insistencia
esa pretensión al mejor estilo imperial
de llegar a la consciencia
haciendo cultural lo virtual.

Desde antes de la web se usó la red para eso:
dirigir la visual.
Incluso con doctrina e iglesia
Se viralizó la creencia
de una sola verdad espiritual.

Ahora no es diferente.
En la calle, el trabajo o el cuarto,
como en 1984.
dispositivos pa' la mente.

Y nosotros... La gente...
Inocente,
engañada..
Haciendo click y click
como si nada.

Para una base de datos decorada
que de entrada,
lo que preferimos muestra,
Y mide nuestras entradas.

Allí no se paga
pero si mucho cuesta.
Sobre todo por eso de hacernos parte de una gran y didáctica encuesta.
Que a toda costa
le resta
a una real realidad en cifras manifiesta.

Es insumo
apenas para el consumo
y el consumismo,
eso de censar si todos estamos en lo mismo.

Es como cinismo ese cientificismo de esta era,
donde solo lo cuantitativo se asume certero.
Lo cual más que procurar saber lo verdadero,
consiste en saber que tan efectiva es la mentira.

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