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Vida (f)útil.

Que montón de cosas, vidas, momentos, lugares, sentimientos y comidas,
vueltas mercancías.
Quién diría
que lo natural tanto mutaría.

Hoy en día
el consumo es más que
sobrevivencia 
o solvencia.
Suele confundirse con alegría,
pero siempre
es carencia.

Obsol-esencia*
¡Claro!
Y cada vez más lujosa.
Que desde la adolescencia
viene programada.
Dinero, dinero y más dinero.
Para cosas, cosas y más cosas.
Ambición prediseñada.

Desde tempranas edades
hasta vejez(o)cimiento*.
Y que triste es,
yo aun lo siento.
Pasa, y pasa, y salta el ser
de la nada al momento
sin un claro después
o tiempo.

Cual cincel
pa'l concepto de Puntillismo. 
O el concepto de Dasein.
Puro ser ahí
en constante ahora mismo.

Existencialismo.
Así es que asoma.
Cuando también es sociológico.
Por el zoológico panóptico
Que algún neurótico 
hace de las personas.

No solo pan consume el hombre,
desde antaño se decía.
El mercado lo sabe,
por eso hay tanta mercancía.

Grupos, conciertos, personas, momentos, comidas rápidas.
¡Tan rápidas!
Tanto como lo suficiente para que repitas.
Y repitas.
Y repitas.
Y repailas si no colmas.
Con compras, copas, pases, plones, fiestas, orgías o más.

Que se acabe y algo o no pase.
¡Parce!
Apenas para que más consumas.
Además, eso hace
o ayuda a que vos no te asumas.

El consumo es una red
que enreda al ser.
Como el derroche de anoche
y el Alka-Seltzer al amanecer.

Hay consumo incluso,
por si se consume más de la cuenta,
o de la renta.
Pues puedes ir a la banca.
Allá te desatrancan.
Aunque con mucho falo o palo por la espalda
y poca palanca que respalda.

Y todo ello ...
Por dis-traer* la auténtica nada.
tras un caber de tanto camello,
consumo, tedio y bobada.

Que a la final no da
sentido.
Solo recuerdos idos
y distraídos
en lo aparecido y consumido.
Cosas que en apenas poco tiempo te dejan vencido.

No hay coherencia
con el ayer
cuando los días no se hablan.
Ya lo advertía
Heidegger,
pero sobre todo Bauman.

Lo mismo siempre
con experiencias que no cambian,
si acaso combinan.
Donde más que el hambre
el sentido vacío es el que anima.

A comprar gomina
para tener esa apariencia gomela.
Donde también se note la
colonia.

Pa' la conquista.
Cual política, pero con perfume.
Que a-la-par-de-ser* es igual.
Pues en lo sustancial no distan.
En cualquier caso, el uno al otro se consume.

El Ser-en-el-mundo se acaba
de volver ser-en-el-consumo.
Donde más de uno de toda esta nada
hace solo su momento,
como si en su esqueleto,
no (hu)viera algún futuro.

Demasiado rol, ron
y concierto.
Que dejan al ser siendo de hoy en hoy.
Como sujeto.
Al que le sujetaron
su estado de yecto,
o el histórico proyecto.
Y le dejaron
apenas erecto
y dispuesto,
a asumirse (por lo menos) en un laboral puesto,
para poder consumirse (por lo más) en el ello del sexo opuesto.
O consumirse en fiestas, tecnologías, seguridades, vidas,
mantas, novedades,
vicio, eso, esto, aquello,

e incluso,
consumirse en el resto.

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