No es necesario alquilar un lugar
para que otro te compre un íntimo espacio
con su miseria.
Una miseria
empaquetada en Bendición
Más contexto miserable,
es suficiente
para manipular la compasión.
Eso es lo más miserable de toda esa miseria.
Cuando la miseria tiene un valor
de cambio
y de abuso.
Un poco de miseria es igual
a tanto de compasión.
Y así se negocia la transacción.
¿Cuál de los dos casos es más deplorable?
¿Cuánto vale mi compasión?
¿Cuánto vale tu miseria?
No seamos hipócritas...
No hay valor en ninguna.
...
Que la miseria no sea insumo
para vivir de ella
apelando a la miseri-cordia.
Nadie adopta a nadie.
A-sumase.
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