Ni Copérnico
con su fetiche de mirar al cielo
hubiera podido descubrir
que todo gira en torno a la miseria
Quizá sólo miraba lo alto
en donde cualquier miserable
tiene la ilusión
De que somos tan dignos, grandes
y maravillosos
Como todo lo de allí afuera.
Por el simple e insignificante logro
De que podemos nombrar.
Todo lo de allí afuera.
Como la telaraña al meteoro
Así de extraños y de externos
Somos con respecto a cualquier cosa
De ese todo.
Por eso algunos hablamos de la Nada.
Nada... Como si un humano no pudiera
soportar la carencia de contenido
aun teniendo un todo para nombrar.
He ahí el meollo de la mayor miseria:
Prepotencia.
Queremos creer que el ser es....
polvo de estrellas.
Cuando acaso somos
El polvo que consumen éstas.
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