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Menudo nudo

Menudo nudo este mudo mudó de su cuarto, porque no pudo por abstracto. Y harto con ese encarto partió en busca de otro . Con un cuento en donde sólo comento ésto por el momento: Soy un lento que al mirar me la pienso, al pensar la reso, y al resar... Ya ni eso. ¡Es muy teso! Incluso eso de pensar en verso para un lienzo que podría ser alguno oportuno como alumno necio y reacio que creció. Desconcentrado y desentonado, distraído, no sentado a lado preferido del pilo màs querido. Y amargo me cae el grado de este trago de alcohol cual formol que formó y conformó mi conciencia de bago ¿Y qué hago? Desperdiciar el milagro. Aún sintiendo la sed de tantos hechos que sé y sabiendo tantos por hacer. Al parecer crecer en perecer aconseja yahveh o lucifer ¡Puedes creer! Haber y haver-en-no es lo que entonces hay, como en doctor jeckyll y mister Hyde. Un lado light, otro obscuro. Donde ambos se disputan el pla...

A-Sombroso

Es cosa de sombras andar jugando con las luces Mas no a la inversa. Es cosa de luces querer acabar con las sombras. Mientras que la Sombra en su jugueteo le da dimensión a la Luz, y a su vez formas a las cosas. La Luz por su parte sólo quiere acabar-la; quiere atrapar a la Sombra, incluso allí donde la Luz no llega desde su inclinación. Por eso el Sol cambia el ángulo de la Luz constantemente. La Sombra aguarda los movimientos de la Luz. Espera que pase. Y una vez la Luz se da al acecho, la Sombra reacciona, no contraataca. Sólo se mueve a la inversa y en tal reacción redimensiona a la Luz hacia nuevas formas; nuevas perspectivas. La Luz sólo quiere su tono mono, uniforme en todo lo que alumbre. Mientras que la Sombra, desde lo más atómico hasta lo más cósmico, ofrece colores, formas y perspectivas. Aunque eso sí, depende del ángulo por donde la Luz le ataque. La Luz no quiere a la sombra, la Luz no discrimina formas, la Luz solamente quiere alumbrar. ...

PopuLecho

No es algo apenas de machos, cartuchos, agachos o cachos. Es más que eso mucho rancho hecho de luchas con el techo Y aún así es lecho para el pecho de cada Cucho. Por sus hijos luchó el populacho Nadie los echó Aunque se sospechó que lumpen eran los muchachos. No hay mal que por bien no viene. Dice un dicho. Largo es el trecho desde el muchacho hasta el cucho. Cual malo a lo bien hecho.

Una gran idea

Siempre quise tener una gran idea por lo menos una una idea brillante Nunca tuve algo parecido Cuando empezaba a tener grandes ideas se me caían por su propio peso Y yo normal. no pretendía contenerlas, solo esquivarlas. Y cuando veía que brillaba alguna de inmediato sofocaba por mi talante obscuro me estorbaban la vista me hacían mirar otro lado. Hasta que... Mis pequeñas ideas cansadas de no brillar y crecer Me arrojaron una gran y pesada idea que no pude esquivar menos contener y terminó acabando conmigo.

Al-cantar-y-ya

En la alcantarilla el agua dibuja lo que no brilla. Y ésta, cantando cual agua sencilla, se escucha desde el fondo hasta la rejilla. Alcantarilla. Apenas agua que en la misma ella se estrella. Y tarareando sonidos de botella afuera se escucha un cantar y ya y ésta como pa' ella. En la alcantarilla el agua no canta distinto de aquella agua bella que también canta en la cascada. En la alcantarilla, los sonidos son de simple agua derramada No importa lo hondo, no importa lo largo, el agua también canta allá desde el fondo de la alcantarilla. Y aunque allí no se brilla como en la del lago, ningún agua tiene ego. Es siempre como agua sencilla que fluye, corre, cae, se estanca, de-canta , se bulle y ya El agua de alcantarilla debe llevar con ella todo lo que no brilla. Y ésta, cual agua sencilla, se inclina hacia la caída. Para desde allá cantar y ya. Cual aquella agua bella que canta en la cascada.

El proceso del muértodo

Todos los muertos tienen sus modos o muértodos* para cansar la vida de resucitar. Y, por más que hale la superficie, la vida frente a esos muértodos muere por la mala"s"uerte de todo. Cuando muertodos modos ya no queda ninguno, la "s" se convierte en "m" En la palabra mala"s"uerte. Todas las muertes son muertódicas Con su muerteidad*. Pero se van actualizando, según la sombra del contexto . Ahora a la Muerte no le basta con morir; la muertodología actual es ambiciosa-mente cruel. Ya no se limita en la suerte de los verbos dejar (y) morir. Por el contrario, se ha expandido incluso hasta la mala"s"uerte de los verbos seguir y vivir  mientras todo muere.

Radiografía

veo la tumba mucho antes de morir. Y entonces siento que un rostro me cubre el cráneo por un tiempo. Y luego, esa tumba vuelve a mostrarme el esqueleto y éste extiende su forma cadavérica Mientras me sonríe. "*" .. Hay un esqueleto aquí que quiere acabar con todo. Una tumba que quiere enterrar. Una vez que la radiografía termine por matarme. La tumba quiere, Pero aún es muy antes de tiempo. Y aún así es óseo el resto que mientras tanto se ve. ¿Qué sentido tienen los huesos? Me pregunta una cripta. ¿Qué sentido tiene la carne? Me pregunta el destino ¿Qué sentido tienen las ideas? Me pregunta un epitafio. Ahora creo comprender por qué la gente se cuelga de los puentes. ... Veo muy de cerca cuando se cuelgan y también los veo ahí colgados y... ¿Qué sentido tiene colgarse de un puente? ¡Vaya círculo tedioso es este problema con el sentido! Ni al acabar el ser verse deja Maldito esqueleto. Quiere acabar, sin haber acabado. La radiografía aún no...

Paraguafiestas

Cuando llueve Veo que todo lo que veo también me ve. Com(o)partiendo de la nube Que está haciendo llover. ¡Joder! No es algún ser. Nada que ver. Llueve for ever.

Ergo sum cogito

No es descartar a Descartes  Ergo sum cogito.  Igualmente pienso lo que existo Aunque no exista lo que pienso. Después de mucho no pensar el existir Siempre llega la vez que me pongo a pensar en ese yo existido, que mientras existió, no pensó que existía. Cuando existo, luego de que pienso. comienzo otra vez por existir como si no hubiera pensado  antes la existencia. Y cuando pienso las cosas que existen, existieron o existirán. Es como si yo no existiera Sino en el pensamiento Mientras pienso, no existo. Y en ese no existir se supone el pensar sobre la existencia. No se descarta a Descartes. Al fin y al cabo el orden de los factores no altera el producto: Existir viviendo una experiencia existencial  que da mucho qué pensar.

Habitación

Reservado de lo público incluso de lo privado Hasta el punto de lo íntimo se encierra el espacio. Lugar en el que transita el tiempo de ocio y de tedio que encajan en el orden de algún caos. Costumbre Celestina y mañosa. Que ante la nada, -eso que hay entre las paredes y el ego- se hace de cualquier insumo combustible para contener el vacío. Siendo sólo un cuarto es único espacio sin perímetro un espacio multiverso. Muchos universos se entremezclan allí. y se embotellan en la mente. caos inminente. Universos en expansión que desde lo más íntimo de un big-bang explotan con sus luces como también con sus restos. Pero son tantos universos como quepan en lo múltiple Y no se cuantos big-bang más aguantará mi habitación.

¿Alto o mar?

En altamar sigue el viaje. Llueve. Y a lo lejos se ve una sombra gris que interrumpe el lluvioso paisaje. ¿Será tierra? ¿Será espejismo? Me adentro en cada detalle mientras el viento sopla y la marea sigue.

Movimiento

Cual gota cayendo de una cascada que genera onda en el aire y desplaza al mosquito, quien es blanco fácil para un pajaro que aletea cerca. En pleno aleteo, fue fácil que el pajaro fuera visto por el Alcón. Alcón que al ir sobre su presa fue avistado por unos jovenes artistas que estaban de campamento en esos previos con precisos momentos y movimientos que exaltaron el asombro y culla escena reflejaron con sorpresa. ¡Ay destino! - Exclamó el primero. ¡Mira lo que hace una gota! ... Los otros artistas manifestaban su asombro mayormente por la majestuosidad del Alcón. ¡Qué plumaje tan exótico! - decían. Comentaban y al parecer jugaban a imitar las maromas en el aire.  Sin embargo el primero, aún reconociendo que no gratuitamente el Alcón era quien se había llevado los créditos de la escena, no dejaba de pensar en la gota de la cascada. Mero movimiento él sostenía, mientras los otros se mantenían en el momento.